Cuando me hago esa pregunta no me
refiero a las iniciativas a pequeña escala ejemplos a seguir y de gran
significancia ciudadana. Me refiero a la industria del reciclaje que genera
centenares de productos, muchísimo empleo y efectivamente produce un impacto
positivo en el ambiente. Me refiero también a la separación de los
residuos en la casa, oficina o comercio y por supuesto a un sistema de gestión
de los residuos moderno e integral. En este sentido hay que aclarar que el
reciclaje no es en sí mismo desarrollo sustentable, sino que debemos analizarlo
desde las 3 dimensiones del Desarrollo Sustentable (incluyo el reúso y la
reducción en origen) es decir desde los puntos de vista económico, ecológico o
ambiental y social. Así entenderemos las diversas razones por las que el
reciclaje en Venezuela no termina de arrancar y los posibles caminos que nos
lleve a una gestión de residuos que incluya esta actividad.
Solo desde la dimensión económica nos encontramos con 2 grandes limitaciones. La materia prima en Venezuela tiende a ser muy barata y el precio de la materia reciclable también lo es. Pero nos encontramos con ciertas ventajas y oportunidades. Siendo el reciclaje una actividad más limpia que el servicio de aseo urbano las condiciones laborales son mejores y por la tanto las medidas compensatorias también lo son. Así como también que cada vez existen más recursos económicos para la inversión en el reciclaje con condiciones muy beneficiosas para el inversionista (fondos no reembolsables, intereses mínimos) incentivando el crecimiento de la industria y la mejora de los servicios públicos. Sin embargo es fundamental que la sociedad se involucre en el proceso. Hay estudios que asocian la conciencia ambiental con el ocio generado por la satisfacción de las necesidades básicas. Es decir luego de que se cubran las necesidades de alimentación, servicios públicos, educación, entre otros, el ciudadano puede dedicarle tiempo y energía a lo ambiental. Es probable que el venezolano no haya podido internalizar el reciclaje debido a la gran cantidad de problemas que el país debe resolver. Ahora bien las iniciativas locales han demostrado que el venezolano sí tiene interés en el tema y se involucra pero por ahora no es suficiente. Es necesario que los gobiernos lo asuman como una política pública de envergadura.
Solo desde la dimensión económica nos encontramos con 2 grandes limitaciones. La materia prima en Venezuela tiende a ser muy barata y el precio de la materia reciclable también lo es. Pero nos encontramos con ciertas ventajas y oportunidades. Siendo el reciclaje una actividad más limpia que el servicio de aseo urbano las condiciones laborales son mejores y por la tanto las medidas compensatorias también lo son. Así como también que cada vez existen más recursos económicos para la inversión en el reciclaje con condiciones muy beneficiosas para el inversionista (fondos no reembolsables, intereses mínimos) incentivando el crecimiento de la industria y la mejora de los servicios públicos. Sin embargo es fundamental que la sociedad se involucre en el proceso. Hay estudios que asocian la conciencia ambiental con el ocio generado por la satisfacción de las necesidades básicas. Es decir luego de que se cubran las necesidades de alimentación, servicios públicos, educación, entre otros, el ciudadano puede dedicarle tiempo y energía a lo ambiental. Es probable que el venezolano no haya podido internalizar el reciclaje debido a la gran cantidad de problemas que el país debe resolver. Ahora bien las iniciativas locales han demostrado que el venezolano sí tiene interés en el tema y se involucra pero por ahora no es suficiente. Es necesario que los gobiernos lo asuman como una política pública de envergadura.
Además que la situación de
abundancia de los recursos naturales venezolanos no permite que el reciclaje
entre en el esquema de manejo de estos. Esta abundancia aunque pueda ser
efímera, actualmente no hay una sensación de necesidad de aplicar medidas
estrictas de conservación, vigilancia, control, compensación y como evidencia
tenemos por ejemplo que en el país los derechos de explotación de arenas son
montos muy pequeños o cero, trayendo como consecuencia que la industria de la
arena no tenga en su esquema el reúso de material, uso de escombro como materia
prima, etcétera. En conclusión, la respuesta es que sí es posible reciclar pero
se debe elevar al nivel de política pública apoyada por una fuerte base legal
que genere demanda, cree impuestos e incentivos ambientales, que se entienda
que los gobiernos deben dirigir recursos a la investigación, innovación, a la
industria como tal y a la educación ciudadana a gran escala para posicionar el
tema. Sino, estaremos condenados al estancamiento del servicio de aseo, a los
botaderos a cielo abierto y la indiferencia de todos nosotros en este tema
fundamental para la calidad de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario